Patrocinar un niño cambia para siempre su vida… y también la tuya.

La pobreza destruye las esperanzas y el futuro de los niños; les hace sentirse incapaces de cambiar su propia realidad. Tú puedes marcar la diferencia. Trabajamos juntos para liberar a los niños de la pobreza en el nombre de Jesús. Patrocinar a un niño… ¡funciona!

Con tu patrocinio les estás brindando:
Amor
Esto impulsa el potencial en sus corazones
Educación
Para vencer el analfabetismo y proveer habilidades críticas
Suplementos
Para proteger contra la malnutrición
Cuidado Médico
Para defenderlo de enferemedades
Guía Cristo-céntrica
A través de la iglesia local para superar el miedo y la desesperanza
Actividades Recreativas
Para proteger del crimen, la violencia y el peligro.

Y recibirás:

Su fotografíaSus cartas y sus dibujos

¡Patrocina un niño hoy!